Asociación Peruana de Déficit de Atención
20 de abril 2020

ÍNDICE
Rol de los psicólogos escolares durante el aislamiento, Mg. Beatriz Duda
Entendiendo a mi hijo un poco mejor, Psic. Juan José Calderón
¿Dependencia o acompañamiento? Coach Sheila Moody
Testimonio: Diego, el TDAH y la etapa escolar


ROL DE LOS PSICÓLOGOS ESCOLARES DURANTE EL AISLAMIENTO

Mg. Beatriz Duda

Cada año se toma más conciencia sobre la importancia de la salud emocional de las personas como base para su desarrollo integral y funcionamiento en las distintas áreas de la vida. Las investigaciones neurocientíficas han marcado un antes y un después con respecto a este tema.

Hoy nadie puede debatir que es vital proveer un clima emocional positivo y motivador para que se active la dopamina; y que se debe evitar el estrés (producido por el miedo) que activa el cortisol y cierra las oportunidades de aprendizaje.

Entonces, con estos conocimientos, ¿cómo se está enfrentando el aislamiento social desde los colegios con respecto a este tema?, ¿qué rol están cumpliendo los psicólogos escolares frente a los temores que inevitablemente surgen en los chicos en esta crisis de salud mundial?

Toda crisis abre posibilidades de acción para mitigar los daños; pero para llegar a ejecutar diferentes acciones como respuesta a la crisis se necesita flexibilidad mental y disposición. Algunos colegios lo han trabajado así y han ideado distintas soluciones.

Por ejemplo, un colegio ha anunciado la disposición de su equipo de psicólogas para realizar sesiones de 30 minutos vía online, previa cita. Se les mandó un comunicado a los padres anunciándolo y estableciendo las bases: la cita se saca a través del inbox del Facebook creado para ello, la plataforma se escoge según comodidad y posibilidad del estudiante (video llamada de WhatsApp, Facetime, Skype, Meet, etc.) y, lo más importante, la confidencialidad asegurada de parte de las terapeutas. Esta experiencia ha tenido mucho éxito y los espacios para citas están llenos; atienden de lunes a viernes, de 8:30 am a 2:30 pm.

Otro colegio ha abierto un Facebook donde los psicólogos postean artículos de interés dirigidos a los estudiantes de diferentes edades, con el objetivo de ayudarlos a entender y sobrellevar esta crisis de la mejor forma posible. Igualmente respetan el horario escolar para establecer diálogos abiertos con los chicos que se conectan y diálogos privados con quienes los abordan por inbox. ¡Están a full! Incluso los más pequeños les escriben.

Otra respuesta asertiva de parte de psicólogos escolares es la llamada por teléfono a los estudiantes para preguntarles cómo están, cómo se sienten, cómo están pasando estas semanas, cómo se están relacionando con sus familias y amigos, etc. Son conversaciones casuales y pueden ser cortas o largas, según el interés del estudiante.

Otro colegio manda videos de clases de yoga realizados por la profesora de educación física dirigidos a los estudiantes y también a los padres de familia (por supuesto, ellos también deben cuidar su salud emocional para estar bien y poder sostener de manera eficaz a sus hijos).

El acompañamiento emocional es necesario siempre, pero es vital en tiempos de crisis como la que estamos viviendo. La salud emocional permite gestionar mejor los problemas, mirar con optimismo el futuro y aportar con creatividad y empatía al clima familiar y social.

Espero que estas iniciativas se multipliquen en más centros educativos y de esta forma muchos estudiantes se sientan acompañados por sus escuelas no solo desde lo cognitivo, sino también desde lo emocional. Es una gran oportunidad para actuar en concordancia con lo que afirma Francisco Moral Teruel: “la emoción es el motor del aprendizaje”.

En un mundo ideal, todos los colegios peruanos, públicos y privados, tienen un equipo de psicólogos que puede hacer frente a esta situación. En un mundo ideal, son tantos los psicólogos educativos peruanos que también se comunican con los estudiantes y los padres de familia por medio de la televisión y la radio.

Reflexionemos sobre la importancia de la salud emocional de nuestros estudiantes (son quienes conducirán nuestro país en unos años) y actuemos en consecuencia a ello para ir construyendo ese Perú ideal.



ENTENDIENDO UN POCO MEJOR A MI HIJO

Psic. Juan José Calderón

Como se ha mencionado antes, el TDAH es más que solo no prestar atención y ser impulsivo.  Implica tener dificultades en las FUNCIONES EJECUTIVAS.

Dentro de todas las dificultades que se pueden tener en casa, una buena forma de apoyar a los chicos a mejorar es ayudándolos a identificar de qué función ejecutiva estamos hablando.

Aquí una pequeña guía, con algunos ejemplos:

  • Enfoque:
    • mantener y virar la atención a voluntad
      • prestar atención en clase
      • pasar de oír al profesor a tomar apuntes.  
  • Esfuerzo:
    • regular el estado de alerta, poder trabajar cuando se necesita.
      • “hace las cosas sin ganas”
      • “hace las cosas a medias”
  • Activación:
    • Organización
      • el cuarto desordenado
    • Priorizar obligaciones
      • “empieza por donde quiere”
      • le cuesta reconocer lo importante, urgente
    • Empezar actividades
      • “deja todo para último momento
      • no hace lo que se le pide
      • no lo hace a la hora que se espera que lo haga
  • Acción:
    • Auto-regulación. Ajustarse al ritmo del contexto, leer el contexto antes de actuar
      • habla con los compañeros en clase
      • decide por otros
      • trata de ayudar cuando no se le pide
    • Auto-monitoreo
      • “si no se le vigila, no hace”
      • “empieza y para repentinamente”
      • “no se decide y termina no haciendo nada”
  • Memoria:
    • Usar la memoria de trabajo
      • recordar lo que le acaban de decir
      • recordar instrucciones recién dadas
  • Emoción:
    • Manejar frustraciones
      • el aburrimiento lo altera mucho
      • rumia (sobre-pensar, “darle vuelta a las cosas”)
    • Modular emociones
      • “las cosas lo alteran/lo afectan más de lo normal”
      • puede decir cosas que no siente ni piensa
      • busca disculparse luego de reaccionar mal
      • le cuesta ver el punto de vista del otro

¿Para qué sirve esta guía?

  • Usarla para identificar con más claridad qué función ejecutiva es responsable del problema actual, para poder abordarla mejor.
  • Aprender de la situación y poder crear soluciones y alternativas JUNTO a la persona que tiene TDAH.
  • Permite identificar otras situaciones que pueden ocurrir en cada categoría, más allá de las mencionadas, permitiéndonos ir aprendiendo sobre la conducta particular de la persona con TDAH.
  • Nos permite educar a la persona con TDAH sobre lo que le está sucediendo en cada situación (muchas veces quienes tenemos TDAH no somos enteramente conscientes de nuestro actuar, hasta que alguien nos ayuda a poder verlo mejor).



¿DEPENDENCIA O ACOMPAÑAMIENTO?

Coach Sheila Moody

Estamos viviendo en un mundo de controversias en el cual hemos debido cambiar estilos de vida, todos hemos tenido que adaptarnos a un contexto diferente. Dentro de este nuevo contexto, el lidiar con nuestros hijos puede tornarse más complicado de lo que pensamos. El realizar la escuela en casa es un reto a todo nivel y todos, papás y mamás y los mismos niños y adolescentes se ven afectados emocionalmente.

La educación virtual nos presenta una serie de herramientas que en algunos casos debemos aprender de la mano de nuestros hijos.

Los invito hacer un check list de aquellas cosas que nos cuesta manejar en este contexto:

  • horarios
  • rutinas
  • organización
  • manejo del tiempo 
  • emociones 
  • atención 
  • dependencia
  • mantenerse en la tarea

Todas estas situaciones nos llevan a ser buenos observadores y tomar conciencia de dos elementos claves que tenemos que tener: amor y paciencia. 

Tengamos claro que nuestra forma de llevar las rutinas no será la misma que la de nuestros hijos. Algunos tendrán diferentes formas de aprender a la nuestra. En el fondo, ¿qué nos incomoda?, ¿que no sean las que quisiéramos?, ¿que vemos que no pueden ir al ritmo que esperamos?, ¿que no logren lo que nosotros esperamos?

Ponernos en su lugar es importante para comprenderlos, debemos establecer normas conjuntamente y explicar que toda acción tiene una consecuencia; por ejemplo, si se establecen conductas de entrenamiento y acomodamiento con metas cortas podemos ir logrando que ellas se vayan incorporando paulatinamente, motivarlos y alentarlos propiciará más confianza en ellos mismos. Si las cosas no resultan hay que evaluar, de la mano con ellos, qué pasó y acatar la consecuencia establecida de acorde a lo conversado previamente. Todo con mucha paciencia y amor.

Muchas veces no podrán avanzar con sus rutinas porque nosotros los hemos acostumbrado a hacerles todo. El entrenar requiere paciencia y mucha flexibilidad hasta que pueda incluirse en los hábitos diarios. También puede pasar que requieran de mayor apoyo, para ello debemos recurrir a personas dedicadas a este trabajo, ello ayudará a solucionar paulatinamente las dificultades. 

Entonces la dependencia tendrá que ir convirtiéndose de a pocos en una suma de elementos los cuales podremos ir construyendo, teniendo en cuenta que el acompañar no es lo mismo que dirigir. Acompañar es estar al lado, ni delante ni atrás, para permitirnos observar y escuchar para luego dialogar sobre lo que se está haciendo desde su perspectiva y llegar a acuerdos de mejora.

Hoy que nuestros hijos enfrentan esta nueva forma de aprender es importante educarlos en ello. ¿Cómo viven esta nueva realidad? Todos debemos actuar y desde nuestro contexto familiar velar por que este espacio sea el más propicio en un marco de respeto.

Hay que darles mensajes claros para que ellos puedan interiorizarlos: revisemos mañana qué te toca hacer, organicemos todo para mañana, recuerda comer antes de entrar a tú sesión online, inicia tu clase y respeta a tu maestro quien dedica este tiempo para ti, yo no puedo intervenir tú estás aprendiendo, ¿terminada tu sesión que debes hacer?, planifica tus tareas y deja todo previsto para mañana. 

Muchos chicos confundirán el estar en casa, con “este es mi espacio y puedo hacer todo libremente” pero el marcar las rutinas anticipadamente permitirá incorporar que:  están en clases y ese es el momento para aprender. Debemos comprender que en el momento de la sesión no podemos intervenir, pues es el espacio dedicado al aprendizaje de ellos. Estamos aprendiendo a reorganizar la cotidianidad.

En este tiempo de aislamiento la comunicación es esencial evitemos llevar a nuestros hijos a cuadros de ansiedad o estrés. Los juegos, cocinar, leer, compartir distintas actividades en familia ayudará a mejorar la comunicación y a sobrellevar este tiempo. Finalmente, ¿qué decides: acompañar o dirigir?

Te sugiero hermosas actividades del libro Llévame a aprender; puedes descargarlo en: https://deficitdeatencionperu.com/?s=ll%C3%A9vame+a+aprender



TESTIMONIO: DIEGO, EL TDAH Y LA ETAPA ESCOLAR

Hoy Diego tiene 10 años, cursa 4to grado en un colegio privado de la ciudad de Lima. Si miro en retrospectiva todos los pasos que hemos dado como familia hasta el día de hoy, tendría que escribir que son muchos, unos largos y otros difíciles. Cuando digo que son largos, me refiero a lo cambiante que ha sido nuestra vida familiar, ya que en los últimos ocho años hemos vivido en tres países distintos; cuando digo que han sido difíciles me refiero a la decisión de medicarlo. Volveré a este punto más adelante.

Diego ingresó a la escolaridad a los 18 meses en Venezuela, yo trabajaba y por ende, la solución lógica era que él asistiera a un nido. En este acercamiento inicial no hubo mayores indicadores de rasgos de hiperactividad o desatención; lo que sí es importante apuntar en esta etapa temprana fue la dificultad que hubo en el habla, su vocabulario era escaso y no era capaz de hilvanar oraciones sencillas.

Con el poco español que había logrado asimilar a sus 2 años y medio, nos mudamos a Estados Unidos y Diego se incorporó a un ´daycare` y su vida de incipiente hispanohablante pasó drásticamente a una de angloparlante, quizás esta circunstancia hizo que hablase bastante tarde y su fluidez lingüística se consolidó un año más tarde en inglés; esto lo conseguimos a través de una terapista de lenguaje que asistía al ´daycare` y proporcionaba las sesiones dentro de la institución. En esta etapa no hubo mayores novedades.

A los 4 años y con el habla consolidada en inglés Diego pasa del ´daycare` a un colegio más grande y asiste el ´4K` o pre-kinder, esta transición no fue muy sencilla para él, porque requería de más independencia y a nivel fisiológico era necesario el control de esfínteres, que en su caso fue tardío ya que se concretó a los casi 4 años y por la exigencia del colegio, que explícitamente solicitaba que los niños debían asistir sin pañales y si ocurriera algún “accidente” tendrían una ropa de cambio dentro del salón para esos casos. Ese año tuvimos que regresar a Venezuela y para Diego era otra transición y además no hablaba español.

Al cumplir los 5 años Diego ya hablaba algo de español y con su asistencia paulatina al colegio, su fluidez se concretó rápidamente, pero era difícil que se mantuviera en su lugar, que siguiera instrucciones y que estuviera dispuesto a jugar con otros niños. Por sugerencia del colegio hicimos una evaluación psicológica y también en paralelo, por recomendación de una maestra conocida, Diego inició sesiones con una psicopedagoga. El informe psicológico no arrojó nada extraordinario. Tuve varias reuniones en el colegio, en muchas me sentí juzgada por no saber controlar a Diego y me sentí culpable por no saber qué hacer, aunado a la poca comprensión del caso, la maestra de Diego no quería que fuera promovido a primer grado, porque ella consideraba que no estaba listo. Después de mucho hablar, reunirme y averiguar qué requisito era necesario para que Diego fuese promovido de año, supe que solo debía saber leer y que la parte de lectoescritura más importante se consolidaba ya en 1er grado. Seguimos con las sesiones de psicopedagogía, practicábamos en casa la lectura silábica, poco a poco logró el objetivo pautado y sí fue promovido a 1er grado.

Con 6 años y en 1er grado, Diego sufría para quedarse sentado en el aula, seguir instrucciones no era lo primordial en su día a día y completar las tareas asignadas en clase mucho menos. Sabíamos que algo no estaba bien desde hacía tiempo, pero el colegio tampoco me ayudaba y me sentía muy frustrada, además de juzgada, pensé que quizás un colegio regular no era para Diego, pero un día una mamá del colegio me recomendó una terapista que trabajaba con trastornos del neurodesarrollo. Esta terapista me explicó un poco en qué consistía el tratamiento y me habló de cómo hay ciertos reflejos en los bebés que si no se inhiben a tiempo pueden causar problemas en el desarrollo. Seguí este tratamiento hasta culminarlo, pero en el interín visité a una neuropediatra, la cual señaló lo que tanto sospechaba: Diego tiene rasgos de desatención y de hiperactividad, recomendó varias terapias y que regresara en un año.

En este 1er grado de Diego entendí que debía crear alianzas con el colegio y sobre todo con la maestra, ya que el año anterior había sido muy complicado. Ese año aprendí que la probabilidad del TDAH en Diego era alta y que tenía que aceptarlo e informarme al respecto. Afortunadamente, esta terapista me acompañó a varias reuniones en el colegio y me ayudó a sensibilizar a la coordinadora y a la maestra de Diego. Debo decir que la maestra se encariñó mucho con Diego, lo motivó, lo ponía a barrer en el aula, a repartir los cuadernos, en pocas palabras, ella comprendió su necesidad de movilizarse.

Finalizamos ese 1er grado, pero ya para 2do los cambios se avecinaban, ya que decidimos mudarnos a Lima, pero antes de mudarnos fuimos a la neuropediatra quien confirmó el diagnóstico del TDAH de Diego y ante tantos cambios decidimos medicarlo. Para mí medicarlo fue muy difícil, lloré, me sentí culpable y mala madre. Fue una decisión difícil, porque me dejé influenciar por opiniones de personas que me decían que medicarlo era drogarlo, que se pondría como un ´zombie´, que ni se me ocurriera darle Ritalín porque le crearía adicción. Hice caso omiso y comenzamos con tratamiento medicamentoso en Venezuela. Diego inició 2do grado medicado en Venezuela y a las pocas semanas nos mudamos a Lima. Al llegar busqué a un neuropediatra para continuar con el tratamiento medicamentoso.

Hicimos los trámites de ingreso, le hicieron prueba de admisión y el nuevo colegio sugirió una tutora de nivelación. Así lo hicimos. Iniciamos 2do grado con Diego medicado, la diferencia era del cielo a la tierra con respecto a 1er grado: Diego permanecía sentado y culminaba sus tareas en el aula, además contamos con una maestra que nos dio mucho apoyo. Para mí ya es costumbre solicitar una reunión al inicio de año con las tutoras, ese año lo hice y le dije que Diego había sido diagnosticado con TDAH, ella me sugirió que buscara ayuda profesional. Lo hice y el diagnóstico fue el mismo: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Tuvo varios meses de terapias de aprendizaje. Decidí para mayor comodidad buscar a una tutora que viniera a casa para abordar la parte de matemáticas y yo me encargaría del área de seguimiento de tareas y de lectoescritura. Entregué el diagnóstico de TDAH al colegio y la psicóloga del colegio recomendó a una especialista en terapia cognitivo conductual que se encontraba cerca del colegio y que podría ayudar con el TDAH de Diego. En el mes de mayo de ese año Diego inició terapia cognitivo conductual en grupo, la terapista fue al colegio a observarlo y dio los alcances del caso al colegio y las recomendaciones pertinentes. Segundo grado culminó con buenas calificaciones, Diego estaba acompañado de un tratamiento multidisciplinario y su desempeño escolar lo demostraba.

En 3er grado continuamos con el tratamiento medicamentoso, pero hubo que ajustar la dosis por el tamaño y el peso, también continuamos con la terapia cognitivo conductual, con la tutora en casa y la comunicación fluida con el colegio. Ese año terminó igualmente con un buen desempeño académico.

Cuarto grado ha sido un año difícil, Diego tiene 10 años y ha ido madurando a su ritmo, la parte social se ha visto afectada, ya que le cuesta hacer amigos; actualmente cuenta con uno y para él su amigo es el único que lo entiende. En años anteriores este aspecto no fue tan relevante para él, porque probablemente su proceso de maduración neurológica ha sido más lento y no precisaba estar con sus pares o por lo menos no manifestaba darle importancia. Ahora valora más la parte de interacción con sus compañeros y esto se ha tornado bastante difícil, ya que la sensibilidad de Diego hace que se tome todo a pecho y algunos días se tornan bien grises y apagados porque no logra congeniar con sus compañeros. Este año también tuvimos que hacer ajuste en la medicación, continuamos con la terapia cognitivo conductual, pero ahora la hace de forma individual, seguimos con la tutora en casa y como en años anteriores con una estructura de horarios en casa. Me he reunido varias veces con la tutora del colegio y ella ha estado pendiente de Diego, le hace seguimiento de cerca y me mantiene al tanto. La parte académica ha tenido vaivenes, es decir, al inicio matemática le ha costado, ha mejorado en el segundo y tercer bimestre, pero hay que seguir trabajando a diario. También la psicóloga del colegio ha hecho seguimiento de cerca a Diego; si bien la medicación ayuda, en el caso de Diego no lo es todo, requiere de apoyo en el colegio y en casa, de seguimiento constante. Reconozco que hay días difíciles y otros que son más llevaderos, en los primeros me repito que rendirse no es una opción y en los segundos siento que voy por buen camino. No es fácil llevar a un hijo con TDAH desde todos los aspectos: emocional, familiar y económico. Hay múltiples factores a considerar; sin embargo, lo mejor que se puede hacer en este tipo de situaciones es informarse, aceptar que es una condición neurobiológica que lo acompañará toda la vida, buscar ayuda y sobre todo actuar desde el profundo amor que se siente por un hijo.

Diego es muy amoroso, tiene mucho carisma y una gran habilidad para hablar en público. Siempre he estado convencida de su inteligencia, de todo su potencial y de que podrá lograr lo que quiera. A veces bromeo y le digo que será un gran abogado y ganará todos los casos por la intensidad de su insistencia y persuasión. Sé que en el futuro podrá canalizar todas sus habilidades y concretar las metas que se proponga, porque a través de los años hemos transitando por un camino de aprendizajes valiosos y en el mediano y en el largo plazo continuaremos aprendiendo y explorando otras habilidades.