Asociación Peruana de Déficit de Atención
Lima, 18 de noviembre 2021
Psicoeducación familiar,
Araceli Almanza
La personalización de la educación tiene sentido en la escuela, Jessica Susano
En busca de la educación inclusiva,Testimonio de una mamá

 

PSICOEDUCACIÓN FAMILIAR

Araceli Almanza Lamas F
undación Carlos Eduardo Almanza AC, México.

El TDAH se constituye como uno de los problemas neuropsiquiátricos con más prevalencia en los niños. Su detección y tratamiento temprano son cruciales para un pronóstico alentador en la vida de la persona que lo presenta. Muchos padres de familia no tienen conocimiento alguno sobre el TDAH cuando reciben el diagnóstico y las indicaciones a seguir de su ser querido. Les cuesta procesar esto por un tiempo, más aún si han recibido indicaciones para el tratamiento farmacológico. Aparecen muchas dudas, desinformación e inquietudes por falta de información seria, segura, de lo que el TDAH importa.  Una hora en la consulta médica con el neurólogo o psiquiatra no son suficientes para asimilar lo que esto significa. Es así como empieza todo un proceso para la toma de decisiones. Las investigaciones científicas evidencian que el tratamiento multimodal es el que va a sumar al cambio que estas personas necesitan. Este comprende el abordaje en las diferentes áreas comprometidas en el TDAH: la familia, escuela, área social, en fin, lo que la persona requiera de acuerdo con las áreas de oportunidad para abordar los resultados del diagnóstico. El pilar fundamental en este abordaje exitoso se encuentra la psicoeducación familiar. ¿En qué consiste la psicoeducación familiar? Consiste en un intervención terapéutica en la que se proporciona información específica al paciente y familiares. Si bien es cierto que hoy por hoy podemos encontrar información en las redes, en libros, y demás recursos, es indispensable que esta información cuente con el respaldo científico actualizado, y sobre todo que esta información sea la oportuna para el tratamiento personalizado, individual, de la persona a la que se está asistiendo. El abordaje a la familia desde la psicoeducación buscar encontrar situaciones del cada día de sus vidas, que suelen ser difíciles por el desconocimiento de las causas y efectos del mismo trastorno. Es entender cómo se manifiesta, en este caso, el TDAH, en ese entorno determinado. En este sentido, es una herramienta esencial en el tratamiento multidisciplinario que se orienta hacia el cambio en la calidad de vida y en el logro de la autonomía de las personas. Los objetivos principales de la psicoeducación son:

  1. Reconocer la sintomatología del TDAH en la persona que lo presenta.
  2. La importancia de la detección y tratamiento temprano. Cuanto antes se intervenga, menos dificultades tendrá la persona con este diagnóstico a lo largo de su vida. Disminución de la comorbilidad que el trastorno presenta = reducción de la sintomatología que presenta la persona. Conocer la naturaleza de la condición y promover autonomía, empoderamiento e integración social.
  1. Entender el tratamiento exitoso, despejando dudas para dar seguridad a la decisión del mismo, para la persona con TDAH, desde sus características, entorno, retos, etc.
  2. Reforzar el protagonismo de la familia en la evolución del tratamiento, resaltando el rol primordial de los padres, en quienes recae la decisión en todo momento.
  3. Analizar los efectos de la ausencia de tratamiento.
  4. Conocer la evolución del TDAH más allá de la inatención, impulsividad e hiperactividad.
  5. Detección de alerta temprana y acciones encaminadas a reducir la probabilidad de aparición de posibles trastornos comórbidos o trastornos asociados que pudieran aparecer. El TDAH cuenta con una prevalencia elevada de existencia de comorbilidades, tales como el trastorno negativista desafiante, dificultades de aprendizaje de distinta índole y problemas de la esfera afectiva debido a la desmotivación y disminución de la autoestima, que conlleva la existencia de tantas dificultades en el día a día.
  6. Ayudar a evaluar, analizar el tratamiento profesional que viene recibiendo.
  7. Promover el cambio de visión del problema, logrando cambiar la mirada, logrando ver un área de oportunidad y crecimiento personal y familiar.
  8. Reforzar las habilidades del paciente, para elevar su autoestima y la consecución de logros.

¿Cómo se aplica la psicoeducación? Se da de diferentes maneras y en distintos momentos. Puede ser antes del diagnóstico, cuando existe una sospechan, se inicia la búsqueda de la información con especialistas o desde la web.  Así como al momento mismo del diagnóstico, en que el médico entrega información sobre la condición, y a su vez del tratamiento a elegir.  En la mayoría de los casos, las personas con TDAH buscan información a lo largo del desarrollo de su vida, para aprender a superar las dificultades que se van presentando en el camino. La mayoría de las veces se inicia junto con el diagnóstico, el médico, a grosso modo, da a conocer sobre la causa, las características que lleva al diagnóstico, el tratamiento que indica, farmacológico o no, así como algunas sugerencias y recomendaciones. Sin embargo, muchas personas no aceptan de primera mano el diagnóstico que han ido a confirmar, y se plantean una serie de preguntas e inquietudes, que ya no van a poder ser resueltas fuera de la consulta, y es allí donde se inicia el camino a recorrer para saber qué es lo mejor. Acudir a los profesionales indicados no es fácil. Y en el camino se va viviendo el impacto del TDAH en el entorno familiar. La psicoeducación es indispensable para acompañarlos en ese trayecto, porque además el tipo de tratamiento cambia con el transcurso del tiempo. Lo que fue de mucha ayuda en un inicio, puede no serlo tiempo después. Cuando nuestros hijos son adolescentes, es muy probable que quienes estuvieron medicados de niños quieran dejar de hacerlo porque asumen que ellos pueden y quieren seguir adelante sin ayuda alguna. El crecimiento hormonal, la necesidad de integración social, y la identificación de personalidad, la famosa rebeldía de la pre y adolescencia, traen consigo cambios que incrementan las características del TDAH, por tan solo estar en esa etapa de crecimiento.  A la par, de que, si ya venían recibiendo tratamiento, lo abandonan por cansancio o falta de información adecuada, y los padres nuevamente se pueden encontrar sin rumbo alguno, exhaustos por no saber qué hacer. Siendo una etapa muy vulnerable para la aparición de condiciones asociadas que resultan complicar el tratamiento del TDAH. Y así como la adolescencia, como las nuevas y retadoras etapas de vida de la persona pueden desarticular lo que venía funcionando. Es indispensable la psicoeducación, que irá de la mano con el equipo multidisciplinario para fortalecer las habilidades y autoestima de los pacientes, en aras de conducirlos a una vida plena y autónoma. La psicoeducación familiar es la capacitación constante y de la mano del desarrollo de la persona con TDAH. Ayudará a la familia en la toma de decisiones, a valorar, si el especialista que trata es el idóneo y a aprender a vivir con el TDAH. La psicoeducación familiar enseña a educar de manera positiva. La psicoeducación familia pule las habilidades y fortalezas, de tal manera que mi hijo(a) controla sus impulsos y los canaliza de manera inteligente. Pero lo más importante: La psicoeducación familiar indica que se aprende a vivir con TDAH, que tiene un buen pronóstico, y que el seguir las indicaciones de los profesionales expertos, adecuados, es el éxito en el tratamiento. El TDAH es un estilo de vida, no es un estigma. La psicoeducación familiar me enseñara que SOMOS una FAMILIA que vamos de la mano con el TDAH.  

 

LA PERSONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN TIENE SENTIDO EN LA ESCUELA

Jessica Susano
Educadora y coach educativa

La escuela de hoy cambió y se requiere centrar la mirada en las demandas y retos actuales; en esa medida, como comunidad educativa (padres, docentes, autoridades y demás ciudadanos), se vienen realizando esfuerzos y acciones para ajustar respuestas a las necesidades e intereses de todos los estudiantes. Se evidencia voluntad y ganas, pero en el quehacer educativo aún seguimos encontrando obstáculos en cuanto a las creencias y actitudes que influyen en la toma de decisiones para generar una real transformación. El impacto de la pandemia desnudó una diversidad de necesidades, es así como evidenciamos movilizaciones en lo económico, en la salud y en lo social, originando nuevas formas de enseñanza y aprendizaje en las escuelas, algunas de ellas teniendo efectos positivos y otras efectos muy negativos, en ese contexto los invito a reflexionar: ¿Qué ajustes debemos ofrecer para responder a estas nuevas demandas? ¿Debemos brindar lo mismo a todos? ¿Qué estamos haciendo desde nuestro rol para diseñar múltiples opciones que respondan a las diferentes características y ritmos de aprendizaje de las personas? Teniendo como base las investigaciones de neurociencias y psicológicas, sabemos que, si el estudiante encuentra sentido, interés y motivación, se compromete y se vincula con la trayectoria de su aprendizaje, teniendo en cuenta los apoyos que requiere para manejar estrategias. Son los maestros y padres de familia, en primera instancia, los que van favoreciendo los ajustes en los entornos como el hogar y la escuela. En este sentido, la idea de personalización del aprendizaje salta a la vista en nuestra práctica pedagógica, es así que César Coll, doctor en psicología y catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Barcelona, nos menciona que la personalización del aprendizaje se puede entender como la manifestación más reciente en las decisiones pedagógicas que proponen ajustar las actividades de enseñanza y aprendizaje y la acción del docente a las características, necesidades e intereses de los estudiantes. Es un modelo donde el estudiante no es solo una persona con sus particularidades y singularidades, es sobre todo alguien con voz y con capacidad para tomar decisiones al momento de aprender. En ese proceso de aprendizaje hay que acompañarlo a descubrir, a partir de sus características e intereses, sus metas de aprendizaje y el camino para alcanzarlos. El propósito es que el estudiante le dé un sentido a lo que aprende. ¿Cómo podemos aterrizar estos conceptos en la práctica?

  • Reconocer las características e intereses de los estudiantes a nivel grupal y particular.
  • Valorar el potencial y necesidades de apoyo de cada estudiante.
  • Diseñar actividades en función de los intereses para conectar con el aprendizaje.
  • Acompañar a los estudiantes a que descubran y valoren sus características para reconocer y trabajar los puntos de mejora.
  • Brindar apoyos necesarios para que puedan lograr las metas de aprendizaje.
  • Generar diversas opciones para que accedan, manipulen, representen y desarrollen las competencias teniendo en cuenta su real desempeño, y así vayan incrementando los desafíos en función de los logros.
  • Brindar rutas de trabajo acorde a sus características y necesidades de apoyo.
  • Facilitar la toma de decisiones al momento de aprender.

El currículo nacional y las normativas actuales de nuestro país van enmarcando esta mirada; sin embargo, aún hay muchas barreras actitudinales, organizacionales y didácticas que eliminar para creer que TODOS somos capaces de aprender y que las escuelas deben desarrollar diseños de clases que favorezcan que el estudiante encuentre el verdadero sentido de aprender, desafiándose a descubrir su real potencial. Para ampliar el conocimiento les dejo este enlace: Investigación aprendizaje con sentido de la Fundación SM.


EN BUSCA DE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA
Testimonio de una mamá
Lima, 2021

Luego de dos años sin pisar un aula de clase y de varios cursando un colegio regular, surgen tantas preguntas y aparecen pocas respuestas, pero ese cuestionamiento me hace buscar alternativas educativas para mi hijo con TDAH, quien iniciará el próximo año la etapa secundaria. Sostuve varias reuniones en diferentes colegios, muchos entienden la inclusión únicamente como aceptar a estudiantes con síndrome de Down, otros no tienen espacios inclusivos ni siquiera, aunque por Ley cada colegio debe contar con un área de apoyo a la diversidad.

¿Qué es una escuela inclusiva? ¿Cómo se llega o cómo encontrar una? Para la primera interrogante se debe tener en cuenta la unicidad de cada estudiante, dejar de lado y romper el paradigma de una educación homogeneizante, la educación debe ser todo lo contrario, debe despertar en el estudiante, a través de sus capacidades, el deseo y la satisfacción de aprender. Evidentemente en una escuela inclusiva se debe hablar de cerebro y de cómo estimularlo, de abolir las barreras ambientales y mentales, que todos sepan con certeza que cada uno es diferente y que en las diferencias radican las riquezas de la experiencia humana.

Así pues, estimado lector, la inclusión comienza en cada uno de nosotros, en casa, en nuestra ciudad. Para la segunda pregunta, lamentablemente, aún no tengo respuesta, queda tanto por hacer, tanta información por difundir, pero sin lugar a dudas debe darse a conocer lo que significa la neurodiversidad, la hipoacusia, la invidencia, la discapacidad intelectual y podría nombrar una larga lista para intentar abarcar lo que significaría una verdadera inclusión, en la que convivimos todos y en que todos deben sentirse representados.
¿Has encontrado una escuela inclusiva en tu ciudad?