Beatriz Duda*
La idea de escribir esta nota se originó a raíz del programa Facetas dedicado al Déficit de Atención, emitido el 20 de diciembre del 2003 por la Televisión Nacional del Perú, cuando —al enterarse de que existía una asociación de madres de niños con TDAH— el conductor del programa preguntó: «¿Por qué una asociación de madres, y no de padres y madres?». La respuesta que dio el neurólogo invitado fue la misma que paso a desarrollar.
La razón es muy simple: en general, los papás prefieren no asistir a las reuniones que organiza la Asociación Peruana de Déficit de Atención (APDA); ellos participan, en un grado variable, apoyando a las mamás a resolver aspectos generales del problema de sus hijos, pero generalmente son ellas quienes se dedican de lleno a sacarlos adelante. Si viviéramos dos o más décadas atrás podría disculparse esta situación, diciendo que el padre no dispone de mucho tiempo porque sale a diario de la casa para buscar el sustento del hogar, pero esta realidad ha cambiado y actualmente son ambos, padre y madre, quienes trabajan para aportar al hogar los medios económicos para la subsistencia.
Siendo así, ¿por qué muchos papás siguen sin involucrarse directamente en ciertos problemas que se presentan en el hogar con los hijos? ¿Simple costumbre incorporada a través del tiempo? Dejo estas interrogantes a psicólogos, sociólogos y otros profesionales interesados en el tema.
La razón de esta nota, sin embargo, es intentar dilucidar los aportes y beneficios de las reuniones organizadas por el APDA, cuyos objetivos principales son brindar soporte emocional y proporcionar información veraz.
Los beneficios que las madres obtienen de estas reuniones son, desde mi punto de vista, los siguientes:
– Se sienten comprendidas. Las mamás que llegan a estas reuniones, muchas veces vienen de familias que permanentemente las han criticado por el «mal comportamiento» del hijo con TDAH, atribuyendo los problemas de este a una crianza inadecuada. El intercambiar opiniones con otras mamás que han pasado por la misma experiencia las hace comprender lo injusto de estos juicios, ya que el trastorno que nos ocupa es un problema biológico.
– Dejan de pensar que están solas. Al conocer a otras personas que viven situaciones parecidas o iguales a las suyas y al darse cuenta de que son muchas las mamás que pasan por experiencias similares, compartiendo los mismos problemas y sentimientos —no siempre simpáticos, estos últimos— dejan de sentirse aisladas. Ello las ayuda a mirar el problema desde otra perspectiva, a ver las cosas bajo una óptica correcta, sin maximizar ni minimizar el problema.
– Reciben apoyo emocional. Muchas veces en estas reuniones algunas mamás hacen empatía, intercambian teléfonos e inician una relación de amistad que las puede ayudar a prevenir o afrontar mejor una eventual crisis emocional, pues saben que serán comprendidas y no criticadas.
– Aprenden a manejar mejor la conducta de sus hijos. El compartir información (a través de experiencias relatadas, lecturas recomendadas, estrategias para manejar el estrés, etc) con mamás experimentadas que ya han vivido y superado muchos de los problemas por los que ellas están pasando, les permite adquirir los conocimientos suficientes para manejar de modo más adecuado a sus hijos.
Lo que inicialmente se conocía como reuniones de madres —que ha sido descrito en los párrafos anteriores— ha pasado a ser la Escuela para madres, que es una actividad más estructurada, consistente en una sesión de dos horas: en la primera explico los aspectos generales del TDAH y en la segunda hora las madres exponen los problemas de sus hijos, especialmente aquellos que más les preocupan, que son los no resueltos aún. En esta fase actúo como moderadora, promoviendo la participación de todas las asistentes, quienes opinan sobre cada uno de los problemas; finalmente, aconsejo sobre el camino más conveniente para resolver cada situación en particular.
Las personas que tengan interés en asistir a la Escuela para madres pueden comunicarse con nosotros enviando un correo electrónico.
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* Presidenta de la Asociación Peruana de Déficit de Atención (APDA). Diplomada en coaching, coach de TDAH. Correo electrónico: apda@deficitdeatencionperu.com
Artículo aparecido en el boletín electrónico n.º 3 del APDA, del 22 de marzo del 2004 como Reuniones con madres de familia en el APDA, que ha sido actualizado.