Reflexión de una profesional interesada en el tema del TDAH:
La experiencia de los padres es increíble, cada uno guarda anécdotas que provocan carcajadas, lágrimas y millones de sentimientos: algunos de ellos encontrados.

Este ensayo nace de observar muy de cerca la experiencia de un grupo de mamás que corrieron la maratón del TDAH. Cada una de ellas con una historia diferente, alguna con TDAH, incluso medicada.

Estas mamás tienen mucho en común, pero en especial comparten el que sus hijos tengan TDAH, esto las une como amigas, pero sobre todo las ayuda a ser mejores, las motiva a empezar cada día y a esforzarse al máximo para llegar a la meta: que sus hijos sean felices.

La historia de cada una permitiría escribir largos testimonios, no solo por los logros alcanzados con sus hijos y sus familias sino también por los recuerdos de niñez de algunas de ellas. Al escucharlas contar sus experiencias, queda muy claro que después de mucho andar cada una encontró sus muletas y creo sus estrategias, y que hoy en día están dispuestas a dar lo mejor de sí para que sus hijos no vivan las experiencias negativas que ellas pasaron algunos años atrás cuando sobre el TDAH se conocía poco. Cada una demuestra fuerza, ganas e intenciones por generar cambios, cambios que permitan a sus hijos no ser tildados de tontos, vagos o flojos, y los apoyen en demostrar sus habilidades y capacidades.

Se dice que las personas que quieren hacer cambios son rechazadas, probablemente este grupo de mamás sea poco comprendido y tenga que enfrentar no solo las dificultades que acompañan el tener un hijo con TDAH, sino también, las trabas que ponen los que no conocen del tema, ya sea por desinformación o por negligencia, en el caso de los profesionales. Pero a pesar de todo, es un hecho que los hijos de estas mamás van a alcanzar la meta, efectivamente sacarán el máximo provecho a la condición de tener TDAH y serán felices.

Si algo tienen muy claro estás mamás es que han aprendido a ayudar a sus hijos a gestarse un mejor futuro. Si algo queda claro después de escucharlas conversar es que las mamás involucradas pueden obtener logros increíbles. Esto nos deja con algunas interrogantes a meditar ¿estamos todos tan involucrados como este grupo de madres?,  ¿qué más podemos hacer por estos chicos?, ¿los profesionales con los que trabajamos están realmente informados sobre el TDAH?, ¿estamos informándonos nosotros mismos cada día más sobre este tema?

Reflexión de una mamá:
No quiero que este testimonio sea como todos los demás, no quiero contar la historia de mi hijo porque no creo que eso sirva más de lo que algunas pautas de madre podrían ayudarles. He pasado por esto y no estoy de salida aún pero creo que he recorrido el camino más que muchas mamás y he pasado por momentos de confusión, dolor y ansiedad tanto como muchas también. Pero hay algo más que logré mediante las terapias a las que asisití y a tantos profesionales que visité y una de ellas y la más importante es saber a ciencia cierta que hay luz al final del camino, que llegará un momento que puedan decir “meta cumplida”. No es tarea fácil y requiere muchísimo esfuerzo pero creo que el amor nos alcanza. Quiero contarles mi experiencia de reunirme con otras madres de niños con TDAH. Me encontré con la ansiedad hecha mujer en cada una de las mamis que conocí y me vi en un espejo. Fue muy duro y muy frustante, y yo sin poder ayudar. Por eso decidí escribir esto para ustedes.

Buscar ayuda es el primer paso, pero no para sus hijos, búsquenla para ustedes. Si creen que lo tienen claro (que nunca es cierto) busquen un profesor de yoga o un personal trainer porque lo van a necesitar para desahogar la energía acumulada. En segundo lugar, es importante contar con los profesionales competentes (esto implica indagar mucho sobre el profesional y los comentarios de otras mamis sirven de mucho, busquen mamis que hayan logrado resultados). Una vez que hayan logrado esto ya tienen el 50 % del camino recorrido. Ahora falta el trabajo en sí. Es importante hacer un proyecto, un plan de trabajo: qué quiero lograr con mi hijo en esta etapa (todos queremos hijos en la NASA pero seamos realistas), en segundo lugar, cómo lograrlo en corto tiempo (metas a largo plazo no funcionan) y por ello es necesario hacer ajustes importantes en casa, y esto implica cambios de conducta con sus respectivos premios y castigos, asignación de tareas y responsabildiades, horarios muy estrictos y rutina (parece aburrido pero funciona) y diálogo contante con sus hijos sobre cambios en el plan de trabajo. Es importante que en todo equipo de trabajo exista un líder, un jefe de grupo, y por eso el más capacitado/informado/el que tiene más tiempo debe asumir esta responsabildiad y los demás deben asumir sus roles también. Todos deben engranar para que la máquina funcione y cada uno de los componentes aporte algo importante.

Ayuden a sus esposos/maridos/amantes a entenderlas y apoyarlas. Los cambios a los que me refiero no implican otra cosa más que ajustes y condiciones pactadas entre los padres y los hijos debido a los buenos rendimientos. Recuerden que todo cambio puede ser duro al principio pero el éxito lo grarantiza la continuidad. No verán resultados si no se mantienen firmes en lo que desean lograr. Es importante que estos cambios sean por etapas y una vez logrados busquen otro reto que lograr junto con sus hijos. La organización en estos chicos es fundamental, si esto es el reto ayúdenlos a lograrlo, existen mucho material que está disponible para ayudarlas a hacerlo y esto les ayudará a convertirse en mujeres organizadas también. El diálogo con sus hijos es fundamental porque para hacer cambios y ajustes ambas partes deben negociar también. Hablen más con sus hijos, tomen un helado o simplemente caminen y hablen con ellos… pero si necesitan desfogar su estrés busquen a su personal trainer o su entrandor de yoga y háganlo con él.

Despues de seis años trabajando con mi hijo en equipo hemos logrado cosas que nunca me imaginé lograríamos juntos. Parece un cliché pero es cierto, he aprendido mucho como mamá y he crecido mucho como persona gracias a él. Tenemos un codigo de vida: EERC que quiero compratir con ustedes y  significa “Estudioso, Educado, Responsable y Caballero”. La valla nunca debe ser baja.

El otro día escuché una palabras de Churchill que decían “el éxito no es más que la continua sucesión de fracasos y fracasos sin perder el entusiasmo”. Todo se puede porque el amor nos alcanza…

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Testimonio aparecido en el boletín electrónico n.º 14 del APDA, del 22 de diciembre del 2006.