Dr. Armando Filomeno

En los últimos dos meses ha sido citada, por lo menos en dos publicaciones peruanas —que han producido así una alarma injustificadamente en mucha gente que desconoce el tema—, una declaración de las Naciones Unidas difundida por las agencias noticiosas y por la internet, pero que me ha sido imposible encontrar en la página web de la ONU o de la UNICEF, o con el logo de cualquiera de estas entidades en la internet. He consultado con la oficina del las NN.UU. en Lima sobre la autenticidad de la nota de prensa pero al momento de escribirse este artículo la respuesta aún no había llegado; como no hay noticias hasta el momento —dos meses después de su difusión— de un desmentido oficial, debo suponer que dicha declaración sí se produjo. Si en los próximos días se me comunica que se trata de una nota apócrifa, haré las necesarias correcciones.

En los primeros párrafos del siguiente enlace puede verse la noticia en una de las tantas versiones de segunda mano, aparecida el 5 de octubre del 2005 (la noticia abarca hasta el párrafo que termina con “más de 20 mil millones de dólares al año”): http://www.insp.mx/2005/noticias/noticia051005_2.htm. En la nota de prensa, la primera parte parece corresponder a la declaración del Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño, supuestamente efectuada por un grupo de expertos cuya identidad no se menciona; la segunda parte corresponde a los comentarios de la llamada Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos, una ONG suiza, que se apoya en la declaración de las NN.UU. y opina por su cuenta. La manera como se presenta la nota puede llevar a confusión sobre la autoría de las opiniones, y definivamente ha sorprendido a una revista peruana, que presenta las temerarias declaraciones de la ONG suiza como si fueran de la ONU.

La declaración que supuestamente corresponde a las NN.UU. abunda en generalidades: habla de falsos diagnósticos de hiperactividad, sugiere que se investiguen los efectos de medicamentos psicotrópicos —sin mencionar cuáles son— que se prescriben para el déficit de atención y denuncia excesos en la prescripción de dichos fármacos; termina opinando que debería recurrirse a otras formas de tratamiento para niños con comportamiento difícil. A pesar de las imprecisiones y vaguedades de dicha declaración, debe decirse que nunca se ha demostrado que el TDAH se diagnostique en exceso; el punto de vista científico actual es que ocurre lo contrario, que no se diagnostica ni se medica a la mayoría de niños que tiene TDAH: http://www.nimh.nih.gov/Press/prmaadhd.cfm. Por otro lado se sabe que la forma más efectiva de tratamiento es la medicación, acompañada de las terapias que sean necesarias; los niños con comportamiento difícil responden mejor a la terapia de conducta cuando están medicados. Vemos, pues, que el grupo de expertos no representa el estado actual de los conocimientos sobre el tema.

La segunda parte de la nota de prensa, la correspondiente a la ONG Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos, empieza con una felicitación a la reacción de los expertos de la ONU —que debería ser considerado un presente griego por estas personas— y utiliza la supuesta declaración de las NN.UU. como telón de fondo para hacer una serie de afirmaciones que llegan al extremo del libelo y, por lo menos en su versión castellana, juega con la ambigüedad de ONG y ONU, que ha confundido a mucha gente. Mete a todos los medicamentos usados para el TDAH en un mismo saco y menciona efectos secundarios infrecuentes de algunos de ellos como si fueran efectos frecuentes de todos; termina insinuando —de manera irresponsable y totalmente inaceptable— que los médicos, en complicidad con la industria farmacéutica, promueven falsos diagnósticos, categoría en la que en su ignorancia parecen incluir al TDAH. El grupo de marras —identificado en la nota que nos ocupa como entidad suiza que estudia los abusos en la psiquiatría— actúa en forma similar a la del grupo de fanáticos cuya cabeza visible es el actor norteamericano Tom Cruise, que gasta mucho dinero en su intento de desprestigiar a la psiquiatría y a los medicamentos que actúan sobre la mente, incluyendo aquí el TDAH y su medicación, especialmente el Ritalin.

Para concluir el análisis de esta nota de prensa, debo decir que el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño ha terminado  atentando contra los derechos de los niños, a quienes suele defender, al hacer que la alarma ocasionada por su declaración —manipulada por la ONG suiza antipsiquiátrica— dificulte que muchos niños reciban el beneficio del tratamiento más efectivo para el TDAH; esto es especialmente lamentable puesto que se trata de un trastorno muy común (el más frecuente en neurología y psiquiatría de niños y adolescentes), que con frecuencia deja secuelas permanentes cuando no es tratado adecuadamente, hecho que atentará contra una vida futura satisfactoria y productiva. El siguiente enlace, a un pronunciamiento de un grupo de reconocidos expertos mundiales en el TDAH, debe servir para poner punto final a las desafortunadas declaraciones que hemos estado comentando:
http://www.aapi.org.ar/Aapi/ArchivosTDAH/Consenso%20Internacional%20sobre%20TDAH.pdf

Hay indicios que llevan a pensar que el mencionado comité de las NN.UU. ha servido también de caja de resonancia —aunque no se lo haya propuesto—, a un manifiesto proveniente de Buenos Aires y publicado cuatro semanas antes por un grupo de autodenominados expertos, sobre lo que ellos llamaron ‘diagnóstico invalidante’, calificativo que le aplican al TDAH; estamos ante un caso de humor negro involuntario, pues al negar el tratamiento más efectivo a quien tiene un trastorno que a menudo acarrea probemas importantes para toda la vida, el TDAH se convierte en un diagnóstico invalidante: http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/index-2005-09-12.html

En la 2ª Conferencia Internacional de la Fundación TDAH, el 1 y 2 de setiembre del año en curso, los verdaderos expertos argentinos en el TDAH se pronunciaron explícitamente contra una versión de dicho manifiesto que estaba circulando por internet en la Argentina y en otros países, y del cual yo me había enterado en Lima antes de mi viaje. Al inaugurar la conferencia, el Lic. Rubén Scandar dijo que todo lo que se iba a tratar en los dos días de actividades iba a ser el mejor desmentido a dicho documento, como realmente ocurrió.  En el citado evento tuve la oportunidad de salirle al paso a Jaime Tallis —uno de los principales firmantes del manifiesto de Buenos Aires que se publicó una semana después— quien pretendió desprestigiar los puntos de vista científicos actuales sobre el diagnóstico y tratamiento del TDAH basándose en algunos diagnósticos errados, algunos tratamientos descaminados y un video de Los Simpson que se burla de este diagnóstico; le dije que por encima de prejuicios, anécdotas y bromas, la responsabilidad del médico es hacia sus pacientes y que está obligado a informarse para darles el mejor tratamiento posible de acuerdo a los conocimientos actuales.

La presidenta de la Fundación TDAH de la Argentina nos informó recientemente en la Conferencia Anual Internacional del CHADD en Dallas, que luego de la publicación del citado documento hubo un debate televisivo, en el cual el punto de vista científico y los conocimientos actuales sobre el TDAH estuvieron a cargo del respetado neuropediatra Natalio Fejerman y los expertos de generaciones posteriores, el psiquiatra Claudio Michanie y el psicólogo Rubén Scandar. En la reunión del Grupo Internacional de la mencionada conferencia, se trató sobre los manifiestos de Buenos Aires y de la ONU, lamentándose los intentos que hacen algunos grupos por desinformar a la gente y perjudicar así a quienes tienen TDAH. A continuación, una reseña de dicha conferencia: enlace.

Ante los desacertados comentarios aparecidos el 4 de diciembre del 2005 en la revista peruana que mencioné en el párrafo inicial (Quinto Poder) que insinúa que los niños hiperactivos tratados son “víctimas”, que llama al medicamento “pepa” —que es un término que en el lenguaje coloquial peruano se refiere especialmente a pastillas usadas para drogarse— y que hace sugerencias veladas de que puede producir dependencia, recomiendo leer el artículo del siguiente enlace.

Adenda (17.12.2005). A través de la internet me he enterado de que la oficina matriz de la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos está en Los Ángeles, EE.UU. y no en Suiza; felizmente, no tiene aún sucursal en el Perú. La página web que promueve a esta asociación cuenta con el subsidio de la International Association of Scientologists, lo que confirma el nexo con la iglesia a la que pertenece el actor mencionado párafos arriba.

(19.12.2005). Una nota —al parecer originada en los EE. UU.— aparecida hoy en el diario El Comercio, llama a la comisión de ciudadanos mencionada, brazo de la iglesia de la cientología. Hasta el momento, no he recibido respuesta de la oficina de las NN.UU. en Lima.

¡Mamita, los cienciólogos! Aparentemente confirmando lo que muchos pesimistan piensan, que estamos en un mundo al revés, el 22 de enero del 2006 el diario El Comercio anunció que ya habián llegado a nuestras costas los seguidores de la iglesia mencionada en este artículo.

(8.4.2006). En la edición de hoy de una revista semanal que aparece con el más importante diario peruano, ha aparecido una caricatura a toda página, cuyo autor —un argentino  reconocido por sus creaciones políticas que son ingeniosamente irónicas— presenta, en una piñata de fiesta infantil lumpenesca, a los medicamentos llamados estimulantes, que son los más efectivos e inocuos para tratar el TDAH, junto con sedantes, antidepresivos y analgésicos, varios de ellos mal escritos. Este engendro —que trae al Rímac prejuicios rioplatenses— estoy seguro de que va a ser música celestial  para los oídos de los miembros de la iglesia antipsiquiátrica.

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Neurólogo asesor fundador del APDA. Correo electrónico: armandofilomeno@yahoo.com

Artículo aparecido en esta página web el 10 de diciembre del 2005.