Dr. Armando Filomeno
El periodismo, según como se ejerza, puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios. Luis Miró Quesada de la Guerra.
Parecería que el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y su tratamiento, se han convertido en los últimos años —debido a la importancia que se les está reconociendo— en temas favoritos de los periodistas, a menudo en un sentido negativo. Muchas personas que se expresan a través de medios de comunicación, se creen con derecho a hacer cualquier afirmación, a repetir cualquier frase, a inventar a un supuesto experto o a reproducir cualquier artículo o programa de la más discutible veracidad. Varias de estas situaciones han sido comentadas en la página web del APDA (1) y figuran en el apéndice 3 de la segunda edición de mi libro sobre déficit de atención (2). En el último año y medio se han dado varios casos de este tipo, tres de los cuales paso a relatar por tratarse de gente que goza de credibilidad en áreas ajenas al TDAH y su tratamiento.
Zapatero a tus zapatos. Antiguo proverbio.
Caso 1.
Se trata de un periodista de televisión que se ha hecho conocido por sus agudos comentarios políticos y por sus críticas a los gobiernos de las últimas décadas, democráticos o autoritarios; reprodujo lo que parecía ser un programa propalado por alguna estación de televisión de los EE.UU., con subtítulos en castellano. Por pura casualidad, zapeando, me topé con lo que tenía la apariencia de un mal programa cómico (con las consabidas risas incorporadas), por lo que no le presté mayor atención y cambié prontamente de canal; luego de unos minutos, recibí la llamada telefónica de la madre de un paciente mío, quien estaba alarmada por las barbaridades que allí se decían. Lo que alcancé a ver del programa era una especie de versión algo ampliada de un video que ha estado colgado en YouTube desde hace cerca de año y medio, y que fue comentado por mí en abril del 2008 (3). En dicho video, que carece totalmente de valor y de credibilidad, falsos expertos dicen disparates sobre el diagnóstico y tratamiento del TDAH e incorporan de manera totalmente arbitraria los casos de tiroteos en las escuelas norteamericanas de los últimos años. El video mencionado —y su rebote en el programa peruano— alarmaron injusta e innecesariamente a muchos padres de chicos con TDAH, que han optado por el tratamiento científico del TDAH.
Caso 2.
Es una periodista —conocida por su página de entrevistas, mayormente a personajes de la farándula, en la revista semanal de un importante diario— que escribió un artículo en su blog, cuyo título es un apodo puesto por ella a los niños que toman el medicamento más efectivo para el TDAH; dicho apodo hace alusión al nombre comercial original del medicamento. El artículo mencionado —que igualmente causó mucho daño en su momento— carece de un mínimo conocimiento sobre el tema y repite las falsedades que usualmente se dicen sobre el TDAH y su tratamiento.
Caso 3.
Columnista en la misma revista semanal, conocido actualmente como cronista turístico. Sobre la base de una información que supuestamente recibió —errada en un par de ceros— se lanza a sacar conclusiones discutibles, a criticar el tratamiento más efectivo para el TDAH y a insinuar irresponsablemente que los profesionales médicos que prescriben el mejor medicamento para este trastorno están coludidos con la industria farmacéutica; un aspecto de la información maliciosa del artículo en la mencionada columna, es la mezcolanza en la que incurre. Ante las cartas aclaratorias se niega a reconocer sus errores y reincide con nuevo artículo plagado de falacias.
Lo que no saben estos periodistas (o tal vez no les importe), es el daño que causan a muchos miles de personas en nuestro país que tienen este diagnóstico y que siguen el tratamiento recomendado por el estado actual de los conocimientos.
El periodismo como servicio
Contrastando nítidamente con los anteriores, existen periodistas que toman en serio su profesión y la ponen al servicio de la sociedad, en vez de utilizarla en beneficio personal. Los tres ejemplos que siguen son ilustrativos.
Ejemplo 1.
Esta periodista —de uno de los suplementos dominicales de un importante diario— ha escrito un excelente reportaje sobre el TDAH en los adultos y su tratamiento, que ha orientado positivamente a la opinión pública sobre el tema. También publicó una entrevista al autor de esta nota, en la que se aclararon interpretaciones antojadizas aparecidas en un medio de comunicación que tiene difusión mundial.
Ejemplo 2.
Inteligente y honesto médico pediatra que —en un programa de la televisión por cable— informa seriamente sobre los problemas médicos más variados, incluyendo el TDAH. Se preocupa por invitar a profesionales que conocen el tema; sus opiniones y comentarios son equilibrados.
Ejemplo 3.
Carismático periodista de radio y televisión. Sus invitados son de un amplísimo espectro y sus temas de los más variados. Cuando se ocupó del TDAH, el programa televisivo por cable y los programas radiales fueron excelentes.
Si un perro muerde a un hombre, no es noticia; si un hombre muerde a un perro, sí es noticia. Anónimo.
En las seis situaciones precedentes se resume todo el espectro periodístico en lo que se refiere al TDAH. Al lado de programas de televisión y de artículos y reportajes periodísticos en los cuales se entrevista a quienes conocen del tema —y que presentan el estado actual de los conocimientos sobre el TDAH—, el periodismo sensacionalista e irresponsable logra llamar más la atención y lleva a que a muchos niños y adultos con el trastorno que nos ocupa, no se les inicie el correcto tratamiento o se les interrumpa antes de tiempo por temor.
El autor de este artículo, personas allegadas a la Asociación Peruana de Déficit de Atención —y en un caso puntual, una periodista del mismo diario— se han dirigido al autor o a la autora de alguna publicación en falta, la mayor parte de veces sin éxito, en su intento de aclarar los hechos reales alrededor de las noticias alarmantes. Lo positivo de todo esto es que los padres de los pacientes con TDAH y los adultos con este trastorno, cada día reciben más información correcta sobre el tema, lo que los hace en cierto modo inmunes a la desinformación maliciosa a este respecto.
Algo que hermana a los periodistas presentados como los casos 1, 2 y 3, es que citan (implícita o explícitamente), como autoridad, a un psiquiatra húngaro residente en los Estados Unidos, quien es un desconocido en el mundo del TDAH de dicho país, y llega a hacer afirmaciones tan ridículas como que el diagnóstico del mencionado trastorno carece de validez porque no se puede efectuar mediante exámenes de laboratorio o radiografías, en total contraposición a los conocimientos de la medicina científica de nuestra época.
Para concluir, puedo afirmar que el periodismo mencionado en el párrafo anterior atenta contra los derechos de muchísimos niños y adolescentes de nuestro país ―el 5 al 10 por ciento de la población escolar― para quienes un diagnóstico oportuno y un tratamiento científico van a ser de gran ayuda para convertirse en adultos exitosos.
(1) www.deficitdeatencionperu.org
Ver especialmente varios artículos en «Periodismo médico». Enlace.
(2) Filomeno, Armando. El niño con déficit de atención o hiperactividad: cómo pasar del fracaso al éxito. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Segunda edición. 2009.
(3) Los enemigos del TDAH y de su tratamiento científico en YouTube. Enlace.
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El Dr. Armando Filomeno es neurólogo asesor del APDA, miembro de la Junta Asesora Profesional de la AD/HD Global Network y miembro profesional del CHADD. Correo electrónico: armandofilomeno@telefonica.net.pe
Artículo publicado en la página web del APDA en agosto del 2009.