Melissa León Bustamante
Educadora. Coach educativa y en TDAH.
Mindfulness Yomu Coach.
Certificada en Disciplina Positiva.
Si conoces un poco sobre el TDAH debes haber escuchado o leído que el tratamiento debe ser multidisciplinario, pero ¿qué significa esto? Que el tratamiento sea multidisciplinario quiere decir que hay la necesidad de abordarlo desde distintas modalidades terapéuticas y por distintos profesionales (médicos, psicólogos, coaches y profesores), además de involucrar a la familia.
Hay muchos estudios que demuestran que un tratamiento es mucho más eficaz cuando una persona con TDAH recibe un tratamiento farmacológico, que es el que ha mostrado mayor eficacia, pero que además está acompañado de otros tratamientos como psicoterapia, terapia conductual y coaching educativo y en TDAH.
Además, es importante señalar que el tratamiento debe ser individualizado, es decir, debe adaptarse y ajustarse a las características personales, a las necesidades y comorbilidades de cada persona con TDAH. Esta individualización es clave para el éxito del tratamiento. Teniendo en cuenta esto, a lo largo de los últimos años, tanto profesionales como pacientes se encuentran en la búsqueda de nuevos caminos que los ayuden a complementar sus tratamientos y así, afrontar los retos del día a día con los que viven las personas con TDAH.
Uno de esos caminos es el Mindfulness. El Mindfulness o la atención plena es considerada una terapia de tercera generación y podemos definirla como una forma de vivir y de transitar las relaciones con todo lo que nos rodea de una manera presente y consciente. Es el estado de presencia en el cual logramos conectar con lo que sentimos, pensamos y hacemos.
Estás últimas semanas, me he dedicado a investigar sobre la efectividad del Mindfulness en personas con TDAH y si bien he encontrado algunos estudios al respecto, hay mucho por investigar y sobre todo, en nuestro país. En este artículo quiero compartir algunos beneficios de practicar la atención plena. John Kabat-Zinn, profesor de Medicina de la Universidad de Massachussets, fue quien creó en los años setenta, un Programa de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness y lo aplicó en pacientes con casos de dolor crónico y otras condiciones como ansiedad y ataques de pánico.
Desde esa fecha, el Mindfulness se viene utilizando como tratamiento o complemento de tratamiento en la terapia clínica. Hay estudios muy interesantes de Harvard, de la Universidad de California y de la Universidad de Massachusetts, que demuestran los resultados que tiene en el cerebro, la práctica del Mindfulness. Se ha comprobado, por ejemplo, que impacta positivamente en aspectos como la creatividad, en la capacidad atencional, en la disminución del estrés negativo y en el desarrollo de la inteligencia emocional.
También se afirma que la práctica de 10 o 15 minutos diarios de mindfulness en el aula trae efectos positivos como la autorregulación emocional, la mejora de las habilidades cognitivas, el clima de aula y del rendimiento académico. En España se están implementando decenas de programas como el Programa TREVA (López-González, 2013), Aulas Felices (Arguis 2011) y Meditación Fluir (Franco, 2009).
En cuanto a TDAH y el Mindfulness, los estudios brindan resultados positivos con relación al autocontrol, ansiedad, agresividad, nivel de atención y regulación emocional y corroboran la efectividad del Mindfulness como una alternativa o un complemento al tratamiento de esta condición de vida.
Teniendo en cuenta que el TDAH trae consigo problemas de autorregulación, de atención y emocionales y que también puede tener comórbidos como la ansiedad y depresión, hace sentido que el Mindfulness pueda ser un tratamiento complementario eficaz. Por otro lado, puede ayudar, no solo a las personas con TDAH, sino también a sus familiares, pues contribuye en reducir el estrés y la conflictividad en la familia.
Además, los maestros que aplican herramientas de Mindfulness con ellos mismos suelen abordar los conflictos en el aula con mayor calma y menos estrés, siendo un modelo para sus estudiantes y generando un clima de respeto en el salón de clase. Tanto padres de familia como maestros que practican Mindfulness sienten los beneficios, primero, en ellos mismos y luego en los demás seres que acompañan y se convierten así en agentes de cambio que transmiten paz al mundo.
Por lo expuesto, se puede concluir que el Mindfulness es útil y eficaz para todos, sin embargo, las herramientas y prácticas de Mindfulness no reemplazan terapias, medicamentos y demás tratamientos existentes.
Finalmente, te dejo algunas preguntas para tu reflexión personal, ya seas adulto con TDAH, familiar de alguna persona con TDAH o docente: ¿Cuántas veces te detuviste hoy a sentir tu respiración? ¿En qué se enfoca tu atención cuando respiras? ¿Qué sucede cuando te haces consciente de tu respiración? ¿Cada cuánto te regalas un espacio en silencio para ti? ¿Qué puedes hacer cuando sientas que no puedes parar de gritar? ¿Qué haces cuando tus hijos/alumnos están agresivos y violentos? ¿Qué haces cuando tus hijos/alumnos están apáticos y decaídos? ¿De qué forma sientes que puedes usar Mindfulness para ayudar a un niño con hiperactividad, falta de concentración, víctimas o victimarios de bullying, todo tipo de situaciones de miedo, ansiedad, rabia o violencia?
Fuentes:
– Hervás, G., Cebolla, A y Soler, J. (2016). Intervenciones psicológicas basadas en mindfulness y sus beneficios: estado actual de la cuestión. Scientific Electronic Library Online.
– López-González, L., Álvarez, M. y Bisquerra, R. (2016). Mindfulness e investigación-acción en educación secundaria. Gestación del Programa Treva. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado.
– Mariño, V., Sanz, P. y Fernández, M. (2017). Efectividad del mindfulness en personas con TDAH: estudio de revisión. Universidad de Granada. “El mindfulness: beneficios y pautas para aplicarlo en el aula”. Educrea.
– Tatter, G. (s/f). Making Time for Mindfulness. Harvard University.
– Workbooks Certificación Mindfulness Yomu Coach. (2022). Yomu Institute.
Enero 2024